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Todos
los soldados Puerros se habían metido en el agua del charco para beber. ¡Que
contentos se los veía! Cuando habían todos
bebido lo suficiente empezaron a jugar en el agua, se metieron por debajo del
agua para, con un gran salto, salir del agua, haciendo piruetas; como se
divertían. Sus trajes verdes se mojaban todo pero esto no importó a ningún
Puerro. Los sables se habían quedado en la orilla para que no les molestaron.
Una gran fiesta, una gran fiesta de agua, todos los Puerros estaban contentísimos
cuando de pronto,……………….una voz estremecedora gritó;¡ Puerros en línea!, todos
los Puerros se quedaron blancos, se asustaron muchísimo, salieron del agua
corriendo y se pusieron en línea. A algunos Puerros no les daba tiempo de coger
sus sables de la orilla. Ahí estaba el Jefe de los Puerros, se había puesto
verde oscuro del enfado que llevaba encima. Gritaba y gritaba, la tierra no
dejó de temblar y los pobres Puerros estaban muy pero muy asustados, estaban
temblando. Pobres Puerros. Pako la Patatita y Simon el Gruñon se pusieron muy
tristes al ver todos estos Puerros temblando de miedo. En este momento Pako la
Patatita se armó de valor y se puso frente al jefe enorme, ¡que miedo tenía
Pako la Patatita! Este enorme jefe enfrente suyo que estaba gritando y
gritando, su barriga subía y bajaba cada vez que tenía que tomar aire para
volver a gritar. Pero entonces Paco la Patatita le pegó al Jefe en una pierna y
luego en la otra pierna y luego en la otra, y en la otra y en la otra. El Jefe
se enfadó todavía mucho mas y ahora también con Pako la Patatita. Le empezó a
gritar y a gritar y solto tanto aire que Pako la Patatita casi se caía hacía
atrás, faltaba muy poco pero por los pelos pude quedarse de pie. En el momento
que el Jefe tomaba aire para volver a gritar, Pako la Patatita le gritó;¡ Cállate!
Cállate ya! ¿No ves que todos los Puerros estaban muy sedientes, agotados y que
necesitaban divertirse un poco?
El
Jefe de los Puerros se quedó con la boca abierta ya que era la primera vez que
alguien se atrevía a interrumpirle. Como era posible, Una Patatita de na, que
se enfrento a el, el GRAN Jefe de todos los Puerros!
Pero
Pako la Patatita ya no le tenía mas miedo y le dijo que el también se tenía que
meter en el charco. Esto era todavía mas increíble, ¿El Jefe, el Gran Jefe, El,
en el charco? Pero de repente se pregunto;¿ Porque no, yo también tengo ganas
de meterme en este charco y de refrescarme un poco y se quitó el sable y se metió
en el charco. El agua subía mucho ya que el Gran Jefe de los Puerros era muy
pero muy gordo. Todos los Puerros se quedaron mirando al Gran Jefe incrédulos
cuando de repente uno de los soldados Puerros empezó a cantar la canción de los
Puerros y todos los demás Puerros le siguieron cantando.
Mucho
tiempo estuvieron los Puerros en el charco, hasta muy tarde por la noche.
Todos
alababan a Pako la Patita, gracias a el, El Gran Jefe dejó de ser el Gran Jefe
por unas horas.
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